
Cucho en Bucarest Rumanía
05/03/2025Consejos de la abuelita

Había una vez una abuelita muy sabia que siempre daba los mejores consejos. Todos los niños del vecindario la querían mucho. Cada vez que tenían un problema o no sabían qué hacer, corrían a su casa porque sabían que la abuelita siempre tenía una respuesta mágica.
Un día, Chana estaba triste porque su amigo había perdido su juguete favorito. La abuelita le dijo: «Cuando algo se pierde, es importante buscar con paciencia, pero también recordar que hay muchas cosas bonitas por descubrir». Chana sonrió, y aunque su amigo aún no había encontrado el juguete, entendió que siempre podía buscar algo nuevo que la hiciera feliz.
Otro día, los niños estaban peleando porque no querían compartir los lápices de color. La abuelita de Chana los miró con ternura y les dijo: «Compartir es como plantar semillas en el corazón de los demás. Si das un poquito de lo que tienes, verás cómo crece la amistad». Los niños pensaron en eso y, al instante, comenzaron a compartir sus lápices, pintando juntos un hermoso dibujo.

Los consejos de la abuelita no eran solo palabras; eran como pequeñas llaves que abrían las puertas de la comprensión. Los niños aprendieron a ser más amables, a ser pacientes, y a ayudar a los demás. Y siempre que algo no salía como esperaban, sabían que la abuelita de Chana les daría la respuesta con una sonrisa y un abrazo.