Entrevista a nuestra fundadora desde México
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20/12/2021Violencia intrafamiliar:efectos en los niños
1-Introducción:
En un hogar donde existe violencia, los niños se crían bajo efectos del miedo, piensan que la vida es así y que esa es la forma de relacionarse.
A veces reciben los golpes que iban dirigidos a su madre o padre, o les caen objetos que fueron lanzados, sin contar el pánico que deben sentir. La violencia nunca es normal.
Es terrible que los niños vean, a la mamá llorando, con moratones o puertas rotas, cristales o a la policía, ambulancia, pero también lo es que cuando escuchan gritos o golpes, cosas que suceden las cuales no entienden.
Lamentablemente es mayor el caso de violencia contra la mujer, si la sufre la mujer que está embarazada podremos decir que la violencia hacia el niño comienza desde la gestación, durante los episodios de agresividad la madre segrega cortisol la hormona del estrés y eso ocasiona que el desarrollo del bebé tenga el riesgo de crecimiento intrauterino retardado.
Los niños necesitan rutinas, seguridad, amor, y en un ambiente violento esto no lo tienen, en estos casos debemos comprender que el niño no es el problema, que es la luz roja que nos dice que algo está pasando, encontraremos quizás graves problemas como infidelidades, separaciones traumáticas
No solo debemos ver al niño como ente mental o físico sino también espiritual que tenga conciencia ¿Qué es tener conciencia? Es darse cuenta de lo que es, de lo que hace ¿es consciente de que está jugando? ¿es consciente de que está estudiando? ¿es consciente de que ama?
Los maleantes alguna vez fueron niños ¿son conscientes de lo que hacen? o solo actúan en piloto automático.
2-Objetivos:
3-Signos de alarma:
Debemos ser conscientes que la violencia no aparece de un día para otro. La agresividad no es genética, sino que se aprende.
Ver un niño, retraído, asustadizo, poco sociable, que no se divierte, que agrede a su mascota, que rompe sus juguetes, da patadas, pega, insulta, muerde en clase, está irritable, llora incontrolablemente, tiene signos de hiperactividad, no quiere ir al colegio, se enferma constantemente, está triste… son signos de todo lo contrario de un niño que crece en un ambiente de cuidado, amor y respeto.
Los hijos son el reflejo de lo que ven en casa y ellos no mienten, son lo más puro y bendecido que existe.