Tener hijos es una de las mayores recompensas que como padres podemos tener.

Darles la vida verles crecer es una experiencia inigualable.

Los hijos necesitan referencias, ejemplos, guía de sus progenitores para saber la conducta que deben tener y a la vez es bueno recordar a los padres ciertos puntos para ayudarles a llevar la labor nada sencilla de educar, es un trabajo diario, constante que debemos hacer con amor ya que con todos los valores que les podamos transmitir desde pequeños estaremos formando la base para su vida adulta.

Luego cuando los vemos crecer, esos momentos muchas veces de fatiga y cansancio tienen sus grandes recompensas, pero hay que comenzar cuanto antes.

Como madre de tres hijos lo he experimentado, creánme todo vale la pena.

Animo a todos los padres a practicar estos mandamientos escritos desde el corazón.

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